COMUNICADO Nº5

En HERRI GORRI decidimos que, al menos en una primera fase, no íbamos a realizar ningún intento de desarrollarnos organizativamente, creando taldes o llevando a la calle, ya fuera mediante propaganda o con nuestra presencia en actos, convocatorias o movilizaciones, nuestras siglas. Considerábamos coherente este planteamiento, en tanto que ya apuntamos nuestra “provisionalidad” y nuestro objetivo fundamental era aportar en la línea de construcción del partido.

De otra forma, nuestros intentos por lograr una convergencia entre colectivos, pudieran haber sido malinterpretados y ser considerados como un intento de sacar réditos políticos.

Nuestras tareas se centraron esencialmente en abrir, con mayor o menor fortuna, una línea de debate esencialmente teórico, con la que creíamos necesario fijar nuestras posiciones e interaccionar con otras organizaciones y colectivos, mediante la discusión constructiva. También hemos establecido contactos con otras organizaciones, presentes en Euskal Herria y en el Estado español, en los que hemos intercambiado puntos de vista y nos ha servido para señalar coincidencias y divergencias.

En este proceso de toma de contacto con diferentes organizaciones comunistas, hemos llegado a dos conclusiones fundamentales.

La primera de ellas, que el proceso de convergencia entre organizaciones, solo va a ser viable en la práctica concreta y en la unidad de acción en torno a líneas de intervención en la lucha de masas. El debate teórico, no puede reemplazar la práctica política necesaria en un contexto y en una coyuntura tan grave como la existente. En este sentido, identificamos dos marcos de colaboración. El primero de ellos, con aquellas organizaciones comunistas que mantienen como marco político, organizativo y de intervención Euskal Herria como marco nacional y autónomo de lucha de clases y tienen como objetivo fundamental la construcción del Partido Comunista de Euskal Herria. El segundo marco de colaboración, perfectamente compatible con el primero, es el que podrá establecerse con organizaciones comunistas implantadas en Euskal Herria, pero con un ámbito organizativo y político estatal y que mantengan una línea política no contradictoria con la nuestra.

La segunda conclusión es que para acometer este proceso, HERRI GORRI tiene que ir construyéndose organizativa y políticamente, estructurarse para poder aportar en el proceso de convergencia, aún manteniendo como principio esencial la creación del partido y nuestra integración dentro del mismo. Por ello, hemos tomado la decisión de celebrar una Asamblea Constituyente entre septiembre y no más allá de octubre, en la que HERRI GORRI necesariamente presentará su línea política, con un programa de intervención táctico, con una estrategia unívocamente hacia el socialismo en Euskal Herria y una política de alianzas acorde con estos planteamientos.

Creemos que la lucha de clases se está acelerando y que los acontecimientos en Grecia, agudizaran las contradicciones entre capital y trabajo, por lo que es IMPERATIVO que los comunistas nos organicemos y seamos lo suficientemente inteligentes para señalar lo que nos une y no lo que nos separa. En Euskal Herria, los resultados de las últimas elecciones, nos deben conducir a una reflexión muy profunda, sobre los límites del reformismo, si, pero sobretodo, de la fortaleza de la derecha y su capacidad de intervención política e ideológica sobre el pueblo trabajador.